España es un país soberano, cuya forma de gobierno es la monarquía
parlamentaria. Creemos que una gran parte de los españoles está de acuerdo en
vivir en democracia, pero la realidad es que los sucesivos gobiernos no han
podido evitar la crisis económica en la que estamos inmersos y tampoco la están
sabiendo resolver. Es más, la corrupción de la clase política la ha hecho caer
en el descrédito para muchas personas. A esto hay que añadir que los últimos
acontecimientos en la Casa Real está poniendo en entredicho la propia
Monarquía, que hasta hace poco era la institución mejor valorada por los
españoles. Esto debería hacernos replantear nuestro papel como pueblo que se
encarga de elegir a sus representantes y gobernantes, y por tanto la necesidad
tomar ciertas medidas para que situaciones como las anteriores no vuelvan a
suceder.
Consecuentemente, se están produciendo una serie de protestas a nivel
nacional reclamando soluciones a los serios problemas que padecemos. Son muchos
los españoles que no se sienten representados por una clase política que ha
bajado de nivel en los últimos años, pero como dijo Winston Churchill, “La democracia es el peor sistema de
gobierno diseñado por el hombre. Con excepción de todos los demás”. Quizás lo
que habría que hacer para mejorarla sería promover la participación
activa del pueblo en el gobierno haciendo desaparecer la resignación que nos invade
y también buscar soluciones a corto plazo que den lugar a un cambio en el
comportamiento político.